Abandonad toda esperanza

martes, 26 de enero de 2016

RIP: Ettore Scola (1931-2016)


Hace apenas unos días, todavía sorprendidos y conmovidos por la desaparición del actor británico Alan Rickman y del cantante y actor ocasional David Bowie, el cine italiano perdía a un gran realizador: Ettore Scola. Aunque quedó lejos de obtener el prestigio de otros directores de generación similar a la suya como Luchino Visconti o su amigo y compañero Federico Fellini, Scola es un nombre clave para entender el cine italiano de las últimas décadas.


Ettore Scola (1931-2016)


Tras un interesante periodo de dedicación como guionista para otros cineastas (época en la que, entre otros, escribe el libreto de La escapada, de Dino Risi), Scola debutaba tras las cámaras en 1964. Pero no sería hasta la década de los 70 cuando se convirtió en uno de los realizadores más populares de su país gracias a comedias de gran tirón en la taquilla como El demonio de los celos, Una mujer y tres hombres o el film colectivo Buenas noches, señoras y señores, en el que coincidió -entre otros- con Luigi Comencini, Nanny Loy o Mario Monicelli.


Nino Manfredi encabeza el reparto de Brutos, feos y malos


El primer toque de atención a la cinefilia por parte de Scola ocurrió en 1976, con su galardón al mejor director en el Festival de Cine de Cannes por Brutos, feos y malos. Pero fue al año siguiente cuando dirige la que quizá sea su película más conocida y prestigiosa: Una jornada particular, pieza de cámara antifascista protagonizada casi en exclusiva por los dos mayores astros del cine italiano del momento, Marcello Mastroianni y Sophia Loren. La película llegó a ser nominada al Oscar como mejor film de habla no inglesa del año, y Mastroianni compitió por la estatuilla al mejor actor protagonista, pero finalmente el cine italiano se fue de vacío aquel año.


Loren y Mastroianni, la inolvidable pareja de Una jornada particular


Curiosamente, tras Una jornada particular Scola se alejó del minimalismo del citado film en otras de sus cintas más aclamadas. Tanto es así que gracias a La sala de baile, La terraza, La familia y La cena muchos críticos y espectadores terminarían considerándolo como uno de los mejores realizadores de relatos corales (otro sería nuestro Luis García Berlanga) de la historia del cine.


Un inmenso Vittorio Gassman es el patriarca de La familia


En su filmografía, en la que siempre se movió entre la comedia y el drama con gran soltura, destacan otros títulohttp://abandonadtodaesperanza.blogspot.com.es/2008/06/rip-dino-risi-1916-2008.htmls como Entre el amor y la muerte (donde dirigió a la malograda Laura Antonelli), La noche de Varennes, Macarroni (protagonizada por una pareja de excepción: Jack Lemmon y el citado Mastroianni), Splendor, ¿Qué hora es?, Historia de un pobre hombre o Competencia desleal. Esta última fue su último relato de ficción, puesto que después se refugió en el campo del documental, entre cuyas aportaciones destaca sobre todo el documento coral Gente di Roma.


Marcello Mastroianni y Jack Lemmon, juntos en Macaroni


No obstante, el último trabajo de Scola tras las cámaras, estrenado en 2013 con el título de Qué extraño llamarse Federico, no es un documental stricto sensu, sino una suerte de recreación semidocumental de la vida profesional de su colega Federico Fellini a la vez que autorretrato parcial de sí mismo en sus años de juventud.


Dirigiendo al sosias de Fellini de Qué extraño llamarse Federico


Ettore Scola nació en 10 de mayo de 1931 en Trevico, Campania (Italia), y falleció en 19 de enero de 2016 en Roma, Lazio (Italia). Tenía por tanto 84 años. Descanse en paz.

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