Abandonad toda esperanza

domingo, 31 de agosto de 2008

Hellboy: El ejército dorado: Del Toro 8 1/2



El estreno de Hellboy: El ejército dorado, la nueva película de Guillermo del Toro y segunda incursión cinematográfica del investigador sobrenatural del cómic homónimo de Dark Horse, por un lado, viene a confirmar el actual estatus del realizador mexicano como uno de los nombres clave -tanto artística como comercialmente- del cine fantástico reciente; y por otro, subraya la imperiosa necesidad de su cine en cuanto a buscar nuevos caminos, otras historias, para seguir expresándose.



Y esto es así porque esta secuela (lógica, dado el éxito tanto de la primera entrega como del cómic original creado por Mike Mignola) continúa allí donde se quedó la primera narrando una historia nueva pero que no aporta nada más a lo ya contado: solo un apunte inicial (la escena pre créditos, que nos permite contemplar a un Hellboy niño y recuperar al fallecido profesor Bruttenholm encarnado por John Hurt) y uno final (una sorpresa por parte de Liz Sherman que no revelaremos aquí) arropan un relato que sigue reincidiendo en la relación sentimental entre Hellboy y Liz, así como en la aceptación de ambos y de su compañero Abe Sapien por parte de aquellos a los que ayudan pero que por su apariencia externa y sus poderes, al más puro estilo X-Men, acaban por rechazarles.



Estos dos elementos ya estaban presentes en la primera Hellboy, y aquí todavía más que en aquella pasan a dejar bastante espacio libre para un mayor número de escenas de acción. Porque, no nos engañemos, esta saga -con todos los aciertos y logros que se quiera- nace con voluntad de blockbuster para todos los públicos... dejando a un lado -sobre todo en la secuela-, los apuntes más oscuros, lóbregos y deprimentemente melancólicos de la obra de Mignola.



El film, a la manera del 8 1/2 de Federico Fellini -un cineasta, a su manera y apartado de etiquetas, tan deslumbrante y apabullante como Del Toro-, parece un suma y sigue de la filmografía anterior de su director, con múltiples referencias (aunque muchas sean meros apuntes anecdóticos) a elementos visuales de sus filmes precedentes: los artilugios mecánicos recuerdan a la joya de la ingeniería alquímica, a la postre vampiro artificial, de la inaugural Cronos; las simpáticas pero temibles hadas de los dientes parecen los insectos de Mimic a tamaño de bolsillo; el agente intangible puede recordar al fantasma de El espinazo del diablo; las criaturas del otro mundo son bien parecidas -tanto que podrían ser intercambiables- a las que aparecen en El laberinto del fauno; y, claro, la mezcla de elementos fantásticos y de terror tratados a modo de action movie con voluntad de blockbuster remite a Blade II y, por supuesto, a la primera Hellboy.



A lo largo de su carrera y a partir de su debut, la producción mexicana Cronos que protagonizó un inconmensurable Federico Luppi y que todavía hoy nos parece su mejor película, Del Toro ha ido alternando proyectos absolutamente personales con otros que de ser meros encargos su talento transformó en muestras decididamente competentes del cine fantástico y donde no dejó de introducir apuntes particulares que lo acercaban a su manera de ver y sentir el género. Así, su salto al cine de Hollywood se produjo con la mencionada Mimic, su película más floja pero para nada desdeñable-, y después rodaría con capital español esa particular y fascinante mezcla de Otra vuelta de tuerca de Henry James y Paracuellos de Carlos Giménez titulada El espinazo del diablo. Con posterioridad, y para que el estudio le permitiera llevar adelante un proyecto muy acariciado a su manera, tuvo antes que acceder a dirigir la primera secuela del cazavampiros negro de Marvel Comics encarnado por Wesley Snipes, y sin esfuerzo aparente la convirtió en la mejor película de la (hasta ahora) trilogía.



Dicho proyecto muy acariciado no era otro que Hellboy, la versión cinematográfica del demonio rojo creado por Mignola, y el hacerlo a su manera significaba para Del Toro que solo Ron Perlman (con el que ya había trabajado en Cronos y Blade II) podía encarnar al protagonista, aunque el estudio quisiera a una gran estrella de Hollywood. Del Toro estrenó con éxito Blade II, y acabó por salirse con la suya. Pero hete aquí que este proyecto personal, que contó también con Selma Blair, Doug Jones, John Hurt y el simpar Jeffrey Tambor (Arrested Development) como compañeros de Hellboy que ahora repiten en esta secuela, se saldó con un gran triunfo en la taquilla. A partir de entonces, en la filmografía del realizador lo personal y lo comercial se confunden: después vendría un trabajo tan particular como El laberinto del fauno... que también triunfó en los cines de todo el mundo y que pese a su nacionalidad hispanomexicana fue una de las sorpresas en varias categorías de las nominaciones a los Oscar.



Así pues, ¿qué ocurre ahora con esta Hellboy II? Pues que el espectador tiene la sensación de que ya no aporta nada nuevo y se queda en un mero divertimento... muy bien rodado y planificado, eso sí: Del Toro sabe dónde poner la cámara, y no cabe duda de que su poderío visual, su imaginería fantastique, sigue incólume. Pero, narrativamente, la película evoluciona con cierta lentitud, y parece repetir en demasía el esquema de la primera entrega. Solo cuando se permite alguna salida de tono -no se pierdan la escena de la borracherra de Hellboy y Abe Sapien, y el posterior momentazo musical-, que en manos de otro bordearía peligrosamente la vergüenza ajena, alcanza verdaderas cotas de emoción en cuanto a la celebración de la diferencia freak.



Porque eso y no otra cosa es el cine de Guillermo del Toro en general y esta Hellboy II en particular: un elogio de la diferencia, tanto en lo que se refiere a la historia que se nos cuenta como el (aún en cierta forma vilipendiado) estatus del cine fantástico en relación con el resto de géneros. Lo que ocurre es que, como decíamos, Del Toro ya nos lo ha contado varias veces, y ahora se hace necesario evolucionar hacia otros relatos (¿El Hobbit de Tolkien? ¿En las montañas de la locura de Lovecraft?) para seguir dando forma a una filmografía prácticamente impecable. Porque, dado el éxito de sus últimos trabajos y su implicación personal en todos ellos -no se olvide que este Hellboy era un proyecto soñado durante años-, el problema radica en que aunque le podamos poner peros a filmes como Hellboy: El ejército dorado ni siquiera nos podemos consolar acusando a su realizador de vendido a los fastos de Hollywood.


HELLBOY: EL EJÉRCITO DORADO
(Hellboy II: The Golden Army, 2008).
Director: Guillermo del Toro.
Guión: Guillermo del Toro y Mike Mignola (según el cómic homónimo de M. Mignola).
Intérpretes: Ron Perlman, Selma Blair, Doug Jones, Jeffrey Tambor, Luke Goss.
Estados Unidos-Alemania. 120 min. Color.

(+) Hellboy: El ejército dorado: El trailer

sábado, 30 de agosto de 2008

Hellboy: Lovecraft meets Kirby



No se nos ocurre mejor ocasión que ahora, con la llegada ayer viernes a la cartelera de Hellboy: El ejército dorado, segunda incursión cinematográfica del célebre demonio rojo de Dark Horse, para recuperar la versión original del personaje leyendo el Hellboy de Mike Mignola. Y nada mejor para acercarse por vez primera a él que con esta edición en la línea DeBolsillo a un precio bastante popular en comparación a lo que nos tiene acostumbrados el mercado español.



Este volumen, publicado un mes antes del estreno del film de Guillermo del Toro -que comentaremos mañana-, incluye a su vez dos volúmenes de la serie: Semilla de destrucción y Despierta al demonio. Dos relatos que podían encontrarse en otras ediciones por separado, tanto en tapa dura como en blanda, por parte de Norma Editorial. Pero esta edición -de la que aportaremos algunos apuntes más al final de estas líneas- es perfecta para que el lector profano se acerque a la creación más personal de un dibujante tan característico y reconocible como es Mike Mignola; un personaje que ha tenido más éxito del que nadie habría soñado en un principio, con series secundarias, crossovers con personajes de otras compañías -Batman, Starman, Ghost, Painkiller Jane-, adaptaciones al ámbito novelesco y al cine y merchandising vario... siendo de los pocos personajes superheroicos ajenos a Marvel y DC -otro caso, aunque muy distinto, serían Las Tortugas Ninja de Eastman y Laird- que pueden hacerle sombra a los héroes de dichas factorías.



Este volumen en cuestión, que sigue la edición del recopilatorio original y que incluye por tanto un epílogo de cinco páginas inédito hasta la ocasión, cuenta con un presentador de lujo, el guionista británico Alan Moore, y con un texto de despedida del propio autor. El texto de Moore es particularmente brillante -el guionista de Watchmen o Lost Girls ya empieza a sorprendernos hasta en los prólogos para obras ajenas-, y relata con acierto de dónde viene el universo de Hellboy; esto es, las referencias de Mignola a la hora de crear tan emblemático héroe de papel.



Por si todavía hubiera alguna duda, el propio Mignola se ocupa de darnos una pista en la dedicatoria de Semilla de destrucción... y es que hay dedicatorias que son particularmente iluminadoras: en la misma cita al alimón a Howard Philip Lovecraft y a Jack Kirby; nada más y nada menos que uno de los padres de la moderna narrativa de terror (probablemente mucho más relevante , aunque no signifique necesariamente que mejor, que Egdar Allan Poe), y a uno de los padres -junto con Stan Lee y Steve Ditko, aunque la importancia de la figura de Kirby quizá supere incluso a la de estos- del moderno cómic fantástico y/o superheroico.



Efectivamente, en las páginas de Semilla de destrucción -que cuenta con una colaboración estelar: la del guionista John Byrne a los diálogos- se aprecia inequívocamente la herencia de los mitos de Cthulhu y de novelas como En las montañas de la locura, así como la mirada y el trazo del Demon de Kirby. Es este relato el primero de Hellboy, aquel que relata su origen en la Inglaterra de 1944, durante un experimento promovido por la división encargada de investigaciones paranormales al servicio de Adolf Hitler y el III Reich. En sus páginas conoceremos también a personajes secundarios de este universo, especialmente a los compañeros del protagonista, Liz Sherman y Abe Sapien. Como no podía ser de otra forma, este relato fue una de las bases en las que se apoyó el cineasta mexicano a la hora de dirigir la primera entrega fílmica de Hellboy.


Por su parte, Despierta al demonio prolonga el relato de Semilla de destrucción, y supone el regreso de Grigori Rasputin, Ilsa Haupstein y Karl Kroenen, el temible Equipo Ragna Rok, a la sazón villanos principales, eternas némesis, del universo de Hellboy. Así pues, ambos relatos pueden leerse como una novela gráfica única, lo cual hace de esta edición todo un acierto.



Tenemos que confesar que nunca hemos sido grandes seguidores de esta obra de Mignola... aunque todavía nos quedan muchas aventuras por leer como para afirmar tal aseveración de forma tajante. No obstante, y como suele pasarnos con este autor, el apartado gráfico nos parece muy superior al relato que se nos está contando -que, efectivamente, es una ficción pulp efectiva al 100%, pero que tampoco aporta nada nuevo ni nos parece merecedora de tanto revuelo entre los fans-, y solo por disfrutar de las bellísimas ilustraciones de su autor, así como de su gracia para la narración secuencial, ya vale la pena acercarse a ella.



Para terminar, una reflexión al hilo de esta edición: por vez primera parece que los tiempos, si no han cambiado del todo, están empezando a cambiar. Con la edición por parte del grupo Random House Mondadori de tebeos populares en formato ídem, que supone un precio algo más asequible y muy particularmente una distribución mayor, el cómic empieza a merecer la misma atención comercial que su hermano mayor, el libro. A este Hellboy le han precedido -aunque por el momento siempre intentando aprovecharse de la adaptación cinematográfica pertinente- volúmenes protagonizados por personajes de Marvel como Los 4 Fantásticos, Ghost Rider (El Motorista Fantasma), Iron Man o Hulk... así como una edición más que asequible de toda la saga de El nacimiento del pistolero, de Peter David y Jae Lee, creada a partir del ciclo de novelas de La Torre Oscura de Stephen King. ¿Ha llegado por fin el día de la historieta en formato de bolsillo al igual que siempre ha habido ediciones de bolsillo de las novedades de narrativa? Habrá que esperar un tiempo prudencial para comprobar si esto es así, pero de producirse será motivo de regocijo inequívoco para un gran número de lectores.


Título: Hellboy
Autor:
Mike Mignola (guión y dibujo)
Editorial: Norma Editorial / DeBolsillo (Random House Mondadori)
Fecha de edición: julio de 2008
224 páginas (color) - 14,95 €


(+) Hellboy.com

viernes, 29 de agosto de 2008

El trailer del viernes: Sukiyaki Western Django

Como ya imaginarán los seguidores de Takashi Miike, teniendo en cuenta a la velocidad que rueda y estrena este inclasificable realizador japonés, Sukiyaki Western Django, de 2007, ya no es su última película: con posterioridad ha estrenado Kamisama no pazuru y la interesante Crows Zero -adaptación de un exitoso manga sobre bandas de delincuentes juveniles que se enfrentan al más puro estilo de la mafia por el control de un instituto de enseñanza, y que quizá veamos en España en octubre-; y ya se encuentra trabajando en dos cintas más, una de ellas la secuela de Crows Zero.

No obstante, es en el mes de septiembre cuando este western marciano y referencial, repleto de anacronismos y homenajes, que bebe de la tradición del spaghetti western y que cuenta con la participación estelar de Quentin Tarantino, se estrena tanto en Estados Unidos (hoy en Nueva York, el próximo día 12 en Los Ángeles) como en España (donde llegará a mediados de mes).

En su día pudimos ver esta divertidísima película en el pasado Festival de Sitges, y escribimos esto sobre ella. Pero ahora, para abrir boca de cara a su estreno en la cartelera española, podéis ver su trailer en la web oficial:

Sukiyaki Western Django

El pasado de América

De James Sturm ya hemos podido leer y disfrutar en España su aplaudida trilogía sobre los Estados Unidos, compuesta por las dos historias de Encima y debajo y por El asombroso swing del Golem.

De estos relatos, que conforman la America de Sturm y que ya recomendamos en su día, volvemos a hablar hoy en la columna de Abandonad toda esperanza:

U.S.A.

jueves, 28 de agosto de 2008

Sitges y los clásicos

Aunque el plato fuerte del Festival de Cine de Sitges, claro está, son los estrenos recientes del cine fantástico, inéditos en la cartelera española cuando se desarrolla el festival (y, lamentablemente, algunos siguen así durante mucho tiempo o incluso para siempre), este evento, el más importante de los dedicados en España (y quizá en Europa) al cine fantástico, no le ha dado nunca la espalda a los clásicos más rutilantes del género.



Por ello, este año Sitges dedicará un ciclo retrospectivo sobre el papel de la ciencia-ficción en la historia del cine contemporáneo, destacando títulos como El planeta de los simios (su final todavía sigue conmocionando a generaciones sucesivas de espectadores), Planeta prohibido (o La tempestad de Shakespeare adaptada en clave de ciencia ficción de cartón piedra), La fuga de Logan (una mirada inolvidable a un futuro frío y deshumanizado) o Encuentros en la tercera fase (la incursión más seria de Steven Spielberg, hasta A.I., en el género).



Igualmente, el festival centrará también la sección "Europa Imaginària" en lo mejor del cine de ciencia-ficción europeo, con títulos como Barbarella del antaño célebre y hoy bastante olvidado Roger Vadim, Solaris del maestro Andrei Tarkovski o El hombre que cayó a la Tierra del inclasificable Nicolas Roeg.



Se trata, sin duda, de una magnífica oportunidad para ver por vez primera estas películas en pantalla grande y en copias en el mejor estado posible. Este es también el caso del King Kong de 1933, a cuyo 75 aniversario se le rendirá homenaje a través de proyecciones y debates varios. Entre las actividades, destacar la proyección de la copia remasterizada de la cinta original y también del documental producido por Peter Jackson -director del remake estrenado hace unos años- sobre el rodaje de la mítica cinta en blanco y negro: RKO Production 601: The Making of ‘Kong, the Eighth Wonder of the World’.

miércoles, 27 de agosto de 2008

El terror que vino de Oriente

Una gran alegría es lo que nos dio ayer la editorial Ponent Mon: a su impecable catálogo de cómic japonés (con obras tan interesantes como Bokko, Homunculus o diversos títulos del maestro Jiro Taniguchi), la editorial añade ahora una nueva colección dedicada al manga de terror. Esta línea, donde tendrán cabida tanto clásicos del género como obras más recientes, se inagurará con Aula a la deriva de Kazuo Umezu y Nijigahara Holograph de Asano Inio.



De la primera, la editorial señala: nombrar a Kazuo Umezu es hacer referencia a uno de los más grandes representantes del horror japonés, pues es por muchos considerado como el padre del género en el manga. A pesar de la diversidad de su obra, sus trabajos más elogiados se enmarcan dentro del más sádico e inquietante terror y el mejor ejemplo de su capacidad para atraparnos en sus ineludibles y pavorosas redes es, precisamente, Aula a la deriva. En esta saga de 6 volúmenes asistiremos a la desesperación y la locura que domina a los 862 estudiantes y personal de una escuela de primaria cuando se encuentran transportados, repentinamente y tras un inexplicable terremoto, a un futuro post-apocalíptico en el que una serie de desastres ha acabado con todo rastro de vida humana. Los pobres desdichados se verán obligados a vagar en una yerma tierra donde mortales enfermedades y extrañas criaturas mutantes amenazan su supervivencia. Pero el mayor peligro al que se enfrentarán será a ellos mismos, cuando la cordura deje paso a las intrigas y a la paranoia.



Por su parte, en Nijigahara Holograph su autor nos presenta un puzzle cuyas piezas dispersa tanto en el pasado, 10 años atrás, como en el presente. Individualmente, relatan distintas partes de la historia coral de nuestros protagonistas, con sus misterios, sus miedos, sus amores y sus drásticas decisiones. Las peleas de patio de colegio y hacerle el vacío al recién llegado han dado paso a violaciones, asesinatos y secuestros. Los años no han pasado en balde, en definitiva, aunque, por cuanto más pasa el tiempo, más paralelismos se encuentran en los actos de Sizuka, Komatsuzaki y Arakawa. Quien no aprende del pasado está condenado a repetirlo y por eso quizá su sino es reunirse de nuevo, nuestras turbadas mariposas, para que sus aleteos se sincronicen cuando el lector complete el rompecabezas.



La edición de Aula a la deriva constará de 6 volúmenes de aproximadamente 350 páginas, con un precio estimado de 12,90 euros. Por su parte, Nijigahara Holograph es un volumen único de cerca de 290 páginas y su precio rondará los 12 euros. La publicación de ambos títulos está prevista para finales de este año.

La educación sentimental de Murakami, al cine

Los lectores habituales de este vuestro blog sabrán que tenemos una cierta debilidad por la literatura de Haruki Murakami desde que leímos su fascinante novela Sputnik, mi amor. Estos entenderán entonces el interés que ha despertado la noticia de que otro de sus libros, Tokio Blues, va a ser llevado al cine.



No obstante, la novela en cuestión es la que menos nos ha gustado de su producción... aunque eso no quita que esté muy por encima de la mayoría de lo que leemos a lo largo del año. Además, el interés se incrementa al saber que el encargado de adaptar en imagen real las peripecias sentimentales del estudiante universitario Toru Watanabe no es otro que el interesantísimo cineasta vietnamita Tran Anh Hung.



Curiosamente, cuando comentamos la novela dijimos que se trata de "una educación sentimental marcada por los turbulentos últimos años 60, y que a muchos recordará la melancolía que empapa los fotogramas del cine de Wong Kar-wai". Efectivamente, el autor de In the Mood for Love o 2046 podría ser un espléndido adaptador de Murakami, pero el realizador vietnamita no le va a la zaga: sus películas El olor de la papaya verde, Cyclo y Pleno verano demuestran una sutilidad y una delicadeza cercanas a la mirada del escritor nipón.



La película en cuestión comenzará a rodarse a comienzos del año próximo, de la mano de la televisión japonesa Fuji y la productora Asmik Ace Entertainment. Su estreno japonés está previsto para mediados del año 2010... lo cual nos alegra al comprobar que en esta ocasión Anh Hung no tardará tanto como la última vez en ponerse tras las cámaras: ocho años separan a Pleno verano, estrenada en 2000, de I Come with the Rain, todavía inédita aquí y su primera producción internacional, con actores norteamericanos (Josh Harnett, Elias Koteas) y españoles (Simón Andreu, Eusebio Poncela).



De momento, y a la espera de más noticias, os dejamos lo que escribimos en su día acerca de la novela en cuestión:

Tokio Blues: La canción triste de Murakami

[Fotografías: Cyclo, Pleno verano, rodaje de I Come with the Rain.]

martes, 26 de agosto de 2008

Septiembre: Novedades Ponent Mon

Tres son las novedades que anuncia Ponent Mon para el mes de septiembre, las cuales se pondrán a la venta el día 22 del mismo mes:



- Shooting War
Anthony Lappé & Dan Goldman
192 pp. (color) - 19,90 €

Sinopsis: Corre el año 2011 y el presidente McCain sigue la cruzada contra el terrorismo global. Mientras tanto, Jimmy Burns, un periodista independiente que mantiene un videoblog, tiene la suerte de filmar en directo un atentado terrorista en un Starbucks de Nueva York, lo que le convierte de la noche a la mañana en toda una estrella... y en el corresponsal en Irak de Global News, el gigante mediático que cubre las noticias sobre el terrorismo las 24 horas del día. Shooting War es una mirada ácida y crítica a los medios de comunicación, la guerra de Irak, la política exterior estadounidense y al periodismo independiente, enmarcada en un futuro cercano tan ficticio y exagerado que podría llegar a ser posible.



- La Cumbre de los Dioses (Vol. 5)
Baku Yumemakura & Jiro Taniguchi
304 pp. (b/n) - 18 €

Sinopsis: Elegir la ruta más difícil es una forma de retarse a sí mismo, en una exploración al límite, cara a cara con la muerte. Tal vez de forma inconsciente, porque lo más profundo de nosotros mismos, el motivo que describe nuestros anhelos, ansias y obsesiones está vedado a nuestro entendimiento, Habu esté queriendo acercarse a sí mismo, en una inversión hacia lo profundo de lo alto de los picos que aborda. Pero las respuestas que busca no estarán en la cima, ni en ningún lugar en concreto. Porque tal como dejó dicho Noel Odell, lo importante es qué está haciendo uno cuando la muerte lo sorprende. Es la respuesta el propio proceso de búsqueda, búsqueda que es la propia vida, que no halla su sentido en su culminación, sino en su desesperada realización.



- Bokko (Vol. 10)
Hideki Mori
224 pp. (b/n) - 11 €

Sinopsis: La miseria es el caldo de cultivo de la utopía. Bien lo sabe Fu Chen, hijo de otros arrabales, cuyo recuerdo ha trocado en desprecio por sus semejantes, tristes ilusos de los que aprovecharse explotando el filón de la esperanza que alimentan la humillación y la desesperanza. Él también es otra víctima del ostracismo, de la triste conciencia del marginado que anestesia el pudor y la decencia en su afán de redención. Pero no siempre ocurre así. Ahí está Lan Zhu, que desmiente la explicación del ambiente como modeladora definitiva del alma humana y rompe una lanza a favor del poder de las auténticas ideas de lo humano que la vertebran, tales como la Justicia y la Libertad. Su valentía conmueve: porque es auténtica, porque es bella. Una belleza afilada por la Verdad, tanto que, a veces, toca y duele en lo más profundo de nosotros.

Bodrios que hay que ver: Timerider

Tenemos que confesar que las películas sobre viajes en el tiempo nos gustan mucho. Tanto que, con motivo del reciente estreno de Los cronocrímenes, la última propuesta del subgénero, llegamos a dedicarle toda una columna al tema. Y es que muy pocas cosas nos gustan más que la trilogía de Regreso al futuro, por poner un excelso ejemplo; pero tampoco le hacemos ascos a clásicos como El tiempo en sus manos de George Pal (esta, basada en la novela que lo empezó todo: La máquina del tiempo de H. G. Wells), experimentos de autor como Le jetée de Chris Marker, películas de culto como Los pasajeros del tiempo de Nicholas Meyer y Los héroes del tiempo de Terry Gilliam, o propuestas tan atrevidas y a contracorriente como Primer de Shane Carruth.



Pero claro, entre una y otra también nos cuelan algún que otro engendro digno de esta sección, y como ya habrán adivinado acto seguido les vamos a mortificar con uno: se trata de Timerider, también conocida como Proyecto Timerider o El jinete del tiempo, una producción de 1982 dirigida en sus ratos libres por William Dear.



El film en cuestión parece tratarse de un proyecto personal -¿cómo será de aburrida y miserable la vida de alguien que hace de algo como esto un proyecto personal?- de Michael Nesmith, que además de producirla co escribe el guión con el director y, de paso y en un ratito que tenía libre, compone la banda sonora original... La cual, por cierto, tiene resonancias guitarreras que recuerdan bastante a las partituras de Ry Cooder para los filmes de Wim Wenders, este sí un director que tiene algo que contar (al menos de vez en cuando).



Pero vamos a lo que vamos: la acción de la película arranca en ese mismo 1982, en el desierto de Nuevo México: Lyle Swann es un motorista conocido en la región por su pericia a lomos de su moto, y en ese momento se encuentra probando su vehículo y preparándose para participar en una carrera. Pero hete aquí que el destino es una cosa muy chunga, y mientras lleva a cabo sus cabriolas se inmiscuye en un proyecto secretísimo del gobierno cuya finalidad es probar la efectividad de los viajes en el tiempo con seres vivos.



El ser vivo en cuestión es una simpática mona llamada Esther, a la que nadie preguntó si le apetecía viajar al pasado (como si vivir el presente no fuera suficiente trabajo para una mona). Pero como no hay demasiada diferencia entre un simio y Fred Ward, el actor que interpreta a Swann, y pese a tratarse de una prueba peligrosísima se da la circunstancia de que todo se estropea por un arbusto que mecido por el viento golpea el botoncito de una máquina -visto lo visto, mejor debieron esperar a un día de sol y calma chicha-, el experimento se salda finalmente con el viaje del corredor a 1877.



La película en cuestión no alcanza los 90 minutos, y créanme que lo interesante... bueno, lo interesante no llega a aparecer nunca; lo que quería decir es que la cosa empieza a aclararse cuando ya llevamos la mitad de la película, y el bueno de Swann, que está a medio camino entre ser un tipo noble y un tonto las tres, no parece enterarse de nada ni percatarse de que ha viajado atrás en el tiempo hasta bien avanzada la acción.



Como verán, la gracia de la película, si es que alguien lo puede encontrar gracioso, es la confrontación entre un motorista vestido de rojo con casco incorporado -vaya, no es este el primer "bodrio que hay que ver" con motorista incluido: recuerden Pesadilla en la playa- y los habitantes del Nuevo México de 1877, todavía un Far West fronterizo y por civilizar que aún no conocía las excelencias de los vehículos a motor.



Como ya imaginarán, Swann y su motocicleta se convierten en el espectáculo de la temporada, y después de un primer momento en el que todo el mundo le teme al considerarlo el mismísimo Satanás llegado a la Tierra, todos pasan a codiciar su milagrosa máquina. Así, el protagonista se ve en medio del enfrentamiento que se produce entre una banda de cuatreros liderados por el malencarado Porter Reese y los habitantes de San Marcos, encabezados por el sacerdote de la región y por la valiente e independiente Claire Cygne, una mujer liberada que tiene tres libros (uno, de Mark Twain) y se acuesta con motoristas desconocidos.



Pasemos al reparto, que quién lo iba a decir está plagado de nombres relevantes (qué malo es tener que pedir, aunque más malo es tener que robar, y lo peor de todo es tener que trabajar haciendo cosas como esta): dejando a un lado a Fred Ward -que se convirtió por aquella época en un héroe de subproductos de lo más bizarros: aparte de esta, recuerden Remo: Desarmado y peligroso- como Lyle Swann, el cast cuenta con Peter Coyote (qué apellido tan divertido tiene este señor) como el malvado Reese; Richard Masur y Tracey Walter como los hermanos Dorsett, sus fieles secuaces; Belinda Bauer (Necronomicon) como Claire, la chica de la película; Ed Lauter como el cura de San Marcos; y el veterano L. Q. Jones (que ya hacía de cowboy a las órdenes de Sam Peckinpah) y Chris Mulkey (Twin Peaks) como el sheriff Potter y su ayudante Daniels.



Esta tontada descomunal -porque aquí no hay más cera que la que arde, y esta soporífera cinta no relata otra cosa que el viaje en el tiempo, cuatro persecuciones, tres tiroteos, una escena de sexo tan gratuita como siempre y el regreso a nuestros días dejando atrás un corazón roto y varios cowboys muertos-, como ya señalamos al principio, está firmada por William Dear, un realizador que puede presumir, aparte de tener un nombre divertido (la traducción sería Guillermo Querido, lo cual nos hace pensar que los años de Secundaria debieron ser muy duros), de haber dirigido joyas como Bigfoot y los Henderson, Agente juvenil (¡con Richard Grieco!) y un par de películas sobre béisbol.



En fin... Este Timerider viene a ser un bodrio sin ningún interés, aburrido y soso hasta decir basta, y consigue que el espectador sienta la necesidad de viajar en el tiempo, como el protagonista de Los cronocrímenes, apenas hora y media en el pasado, cuando todavía no había padecido su visionado para optar entonces por tomarse unas cañas.

lunes, 25 de agosto de 2008

Los Cómics de Sangre: Tapping the Vein (Volumen 1)



La reciente edición en cuatro volúmenes, por parte de La Factoría de Ideas, de los Libros de Sangre de Clive Barker, nos permitió durante treinta lunes consecutivos hacer un repaso a estos celebérrimos Books of Blood con los que el escritor inglés revolucionó el panorama de la narrativa de terror en la segunda mitad de los años 80. Ahora, a partir de hoy, inauguramos una pequeña sección a la que hemos llamado "Los Cómics de Sangre", y donde veremos cómo fueron adaptados estos relatos al arte secuencial.

Ha sido en los últimos meses, y de la mano de la editorial Kraken, que ya podemos conocer la versión gráfica que de estos cuentos ofreció Eclipse Comics por aquellos años, y que permanecían en su gran mayoría inéditos en castellano. La editorial ha publicado, al menos de momento, dos volúmenes de Tapping the Vein, el primero de los cuales comentamos en estas líneas que siguen.



El volumen se abre con "El bues de la sangre de cerdo", dicho sea de paso uno de nuestros dos o tres relatos favoritos del autor de Hellraiser. La acción del relato, adaptado por un soberbio Scott Hampton, está enmarcada en Tetherdowne, un centro correccional para adolescentes problemáticos, cuando no directamente delincuentes juveniles. Hasta allí llega Neil Redman, un ex policía contratado para instaurar una cierta disciplina entre los residentes. Entre sus cuatro paredes, Redman se encontrará con un extraño culto pagano alrededor de la figura de una enorme cerda de la que se rumorea está poseída por el espíritu de un chico que se suicidó tiempo atrás...



A continuación nos encontramos con la adaptación de "En las colinas, las ciudades", uno de los relatos más reputados de Barker. El texto en cuestión relata el horrible encuentro de una pareja homosexual en crisis, formada por el polémico y visceral Judd y el más apacible Mick, con una costumbre ancestral oculta en el corazón de la antigua Yugoslavia: dos pueblos gemelos y rivales -Popolac y Podujevo- vienen enfrentándose en lo alto de las colinas de Belgrado, desde tiempos inmemoriales, gracias a un milagroso trabajo de coordinación e ingeniería al dar vida a dos colosos formados por sus mismos habitantes. La adaptación, cuyo dibujo corre a cargo del siempre impecable John Bolton, no puede evitar ser demasiado explícita, y al mostrar visualmente algo que en el texto original solo estaba sugerido, el relato pierde algo de su fuerza original.



No ocurre así en la versión en viñetas de "Cómo se desangran los expoliadores", ilustrada por Hector Gómez, y que ya pudimos leer hace años gracias a Ediciones Junior en el volumen conjunto, hoy agotado, Jack y el Diablo. Volver a disfrutar hoy de esta adaptación, ahora con nueva traducción de Carlos Díaz Maroto y Luis Alboreca, permite comprobar que se trata de un relato muy visual y explícito, uno de los que más de la producción cuentística de Barker. Por ello, al contrario de lo que ocurre con "En las colinas, las ciudades" y aun no siendo este uno de sus mejores cuentos, sí estamos ante una adaptación al cómic de las más fieles al original y de las que menos capacidad de sugerencia pierden respecto de este último. Recordemos que tanto el relato como su versión en cómic relatan el encuentro de unos expoliadores con una tribu perdida en el corazón del Amazonas, dando lugar a un enfrentamiento que desemboca en la inevitable extinción de ambos bandos.



Finalmente, cierra esta primera entrega "Las pieles de los padres", historieta que nos permite reencontrarnos con Klaus Janson. Janson siempre ha sido considerado por muchos aficionados como un dibujante de segunda que solo ha brillado como entintador, particularmente de Frank Miller (véase su trabajo en Batman: The Dark Knight Returns) y John Romita Jr. (recuerden su reciente etapa en Lobezno). Pese a ello, el trabajo de Janson como dibujante al completo siempre nos ha gustado, y en esta adaptación consigue que la alta capacidad de sugerencia del relato de Barker no se pierda en su traslación al noveno arte: véase si no su conseguido equilibrio, entre líneas definidas y otras que no lo están tanto, a la hora de retratar a los monstruos primigenios que asolan a un pequeño pueblo situado en mitad de ninguna parte de Arizona. Unos monstruos que no atacan sin razón, pues solo llegan a recuperar lo que es suyo...



En definitiva, este primer volumen de Tapping the Vein supone una adquisición más que recomendable: los fans de Barker volverán a disfrutar con sus historias mórbidas y amorales; y los que no conozcan los textos originales podrán acercarse por vez primera a su particular universo artístico: las adaptaciones de los guiones a cargo de Fred Burke, Chuck Wagner y Steve Niles son muy fieles a los relatos de aquel -sin llegar al despropósito de este último a la hora de adaptar Soy leyenda-, y no van a provocar otra cosa que no sea curiosidad por conocer tan potente material literario. Por lo demás, unos y otros podrán disfrutar del trabajo de una nómina impecable de ilustradores, de los cuales algunos no se prodigan tanto como nos gustaría.

Y en breve... Tapping the Vein, volumen 2. Permanezcan atentos a sus pantallas.


Título: Tapping the Vein (Vol. 1)
Autores: Varios (guión y dibujo)
Editorial: Kraken
Fecha de edición: diciembre de 2007
204 páginas (color) - 14,90 €


(+) Previously on Abandonad toda esperanza, los relatos originales:
- "El blues de la sangre de cerdo"
- "En las colinas, las ciudades"
- "Cómo se desangran los expoliadores"
- "Las pieles de los padres"

domingo, 24 de agosto de 2008

Lecturas domingueras y digitales

Hoy les recomendamos, aunque con un retraso imperdonable (todo sea dicho), la lectura del primer número de .38, la revista digital de La Balacera (Agenda de Noticias Negras). En sus 32 páginas de archivo en PDF encontrarán artículos de fondo, relatos inéditos y críticas de libros de género negro. Todo ello, con firmas autorizadas de auténtico lujo, las de escritores como Raúl Argemí, Juan Ramón Biedma, Mercedes Castro, Lorenzo Lunar, Guillermo Orsi, Leonardo Oyola, Carlos Salem o Amir Valle... por citar tan solo a algunos.



Pueden acceder al primer número de esta publicación, con fecha de junio del presente año, aquí. Esperemos que el segundo número no tarde mucho en estar disponible.

Y si lo suyo es el cine, hoy nos gustaría recomendarles Contrapicado.net, una espléndida revista digital con estudios y críticas cinematográficos. En su última entrega, correspondiente al pasado mes de julio, pueden encontrar artículos sobre el cine de Fassbinder, los últimos trabajos de Michael Haneke o Philippe Garrel, o críticas de películas ya comentadas en este vuestro blog, caso de X-Files: Creer es la clave, El increíble Hulk, Caos calmo o Los cronocrímenes.



Así pues, ahí quedan esas dos recomendaciones, ideales para leer en casa un caluroso domingo como este arropados por el aire acondicionado.

sábado, 23 de agosto de 2008

La cumbre de los dioses: Dos hombres y un destino



Con el cuarto volumen publicado por Ponent Mon, y último editado en España por el momento, La cumbre de los dioses alcanza, nunca mejor dicho, un punto álgido: después de las dos entregas anteriores, más centradas en la búsqueda de Joji Habu por parte de Fukamachi, esta cuarta entrega está casi toda ella, salvo las primeras páginas, dedicada a la aventura física de la escalada.



El guionista Baku Yumemakura y el dibujante Jiro Taniguchi nos llevan por fin, de la mano de sus dos protagonistas, al Everest: ha llegado el momento en que Habu ascienda en solitario y sin oxígeno asistido, y en pleno invierno, la cara suroeste de la montaña más alta del mundo.



Ante la petición de Fukamachi de dejar testimonio gráfico de la aventura, Habu accederá a que aquel lo siga acompañado de su cámara... pero siempre con una condición: que no habrá comunicación alguna entre ellos, y que ninguno de los dos, pase lo que pase, interferirá en la ascensión del otro. Así, el periodista ha de convertirse en testigo mudo de la proeza que se dispone a cumplir Habu. Pero la montaña, la naturaleza, es imprevisible, y cumplir esta palabra no resultará fácil para ninguno de los dos...



Muy pocas veces, en el ámbito del cómic, hemos asistido a un espectáculo físico tan conseguido, tan palpable, como las escaladas de La cumbre de los dioses: la descripción de las técnicas y los instrumentos necesarios para la escalada es tan verosímil que hasta el más profano en la materia se siente atraído por las peripecias de sus personajes; y la representación gráfica de las cumbres heladas, como ya hemos destacado en alguna ocasión, corta la respiración en las páginas más majestuosas.



A esta credibilidad, así como al creciente interés y emoción con el que se lee La cumbre de los dioses, contribuye el perfecto dominio de Taniguchi como narrador secuencial: a ello responde la estructura de las páginas, que intercala páginas dominadas por la composición de viñetas vertical -la orgullosa verticalidad de la montaña indomable- con otras dominadas por la horizontalidad -la del fracaso momentáneo del hombre ante la naturaleza.



Ya se acerca el final de la serie, con la inminente publicación del quinto y último volumen que a buen seguro disfrutaremos y comentaremos en este vuestro blog, y con él ya se comienza a avistar, entre la niebla de las alturas, la cumbre del Everest. El fin de la aventura más grande de todos los tiempos está a punto de llegar.


Título: La cumbre de los dioses (vol. 4)
Autores: Baku Yumemakura (guión) / Jiro Taniguchi (dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: mayo de 2008
336 páginas (b/n) - 18 €


(+) Previously on Abandonad toda esperanza, los volúmenes anteriores:
- Volumen 1
- Volumen 2
- Volumen 3

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